Contenidos
- Cancer sintomas .com
- Cáncer de piel
- Cáncer de tiroides
- Cáncer de colon
- Cáncer de mama
- Cáncer de garganta (laringe)
- Cáncer de estómago
- Cáncer de vagina (vaginal)
- Cáncer oral (de boca)
- Cáncer de próstata
- Cáncer de huesos (óseo)
- Cáncer de vulva (vulvar)
- Cáncer de pulmón
- Cáncer de útero
- Cáncer de vejiga
- Cáncer de hígado
- Cáncer de ano (anal)
- Cáncer de pene
- Leucemia (cáncer en la sangre)
- Tumor cerebral (cáncer de cerebro)
- Cáncer de páncreas
- Cáncer rectal
- Mieloma múltiple
- Cáncer de riñón
- Cáncer de vesícula biliar
- Cáncer de glándulas salivales
- Cáncer de cuello uterino (cervical)
- Cáncer de ovario
- Cáncer de ojo (ocular)
- Cáncer de esófago (esofágico)
- Cáncer de corazón
- Cáncer de testículo
- Linfoma (de Hodgkin y no)
- Retinoblastoma
- Tumor de Wilms
- Neuroblastoma
- Mesotelioma
- Rabdomiosarcoma
- Imágenes contra el cáncer
- Asociación Americana del Cáncer (Sociedad ACS)
Versão em português
También de interés
Publicidad
Síntomas de cáncer de huesos (óseo)
Primeros signos habituales de tumor en el hueso, información sobre las señales iniciales de carcinoma y neoplasia ósea en adultos y niños (infantil).
El cáncer de huesos puede tener dos orígenes diferentes. El cáncer de huesos primario se origina en el propio hueso. Un ejemplo de cáncer de hueso primario es el osteosarcoma. Sin embargo, el carcinoma también puede afectar al hueso cuando se origina en otro órgano y se extiende hasta los huesos; es el llamado cáncer óseo metastásico, y es de lejos el tipo más frecuente. Las causas más comunes del cáncer óseo metastásico son el cáncer de mama y el cáncer de próstata.
Hay otros tipos de cáncer que pueden comenzar en el hueso a pesar de que no se consideran cánceres de hueso. El linfoma es el cáncer de las células implicadas en la respuesta inmune, que generalmente comienza en los ganglios linfáticos pero a veces también empieza en la médula ósea. El mieloma múltiple es otro cáncer de las células inmunes que normalmente empieza en la médula ósea. Estos tumores no se consideran cánceres óseos primarios, ya que no surgen de las células óseas.
Ya sea el cáncer en los huesos primario o metastásico, los primeros síntomas van desde una ausencia total de síntomas hasta un dolor intenso en los huesos.
Es muy común que el cáncer en los huesos no cause síntomas, por lo que esta forma de neoplasia sólo se puede detectar mediante pruebas de imagen, como las pruebas de rayos X, tomografía computarizada o resonancia magnética. Para algunos cánceres, los médicos utilizan un método de cribado general para buscar el cáncer en todos los huesos, usando un equipo de rayos X o una exploración ósea mediante resonancia.
Algunas veces el cáncer de huesos debilita el hueso en tal grado que conduce a su rotura (fractura ósea). Esto puede causar dolor intenso y pérdida de la función de la zona afectada del cuerpo. A menudo la fractura ósea es el síntoma inicial de la neoplasia ósea.
El cáncer óseo primario se origina en el propio hueso y es un tipo de cáncer poco común. Los tratamientos que se pueden considerar son la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. El tipo de tratamiento utilizado, y las perspectivas dependen de varios factores incluyendo el tipo, la localización y la etapa del cáncer.
Síntomas del cáncer de huesos primario
- Dolor. El dolor puede ser bastante vago al principio, pero tiende a ser gradualmente persistente e intenso sobre la parte afectada del hueso.
- Hinchazón en la zona afectada del hueso. Sólo puede ser perceptible si los huesos están cerca de la superficie de la piel.
- Dificultad para mover una articulación, si el cáncer está cerca de una articulación.
- Síntomas de presión, si el tumor crece desde el hueso y comprime las estructuras cercanas. Por ejemplo, la presión sobre un nervio puede causar dolor, hormigueo, debilidad de los músculos, o entumecimiento de un área de la piel.
- Rotura de un hueso (fractura) en el sitio del tumor después de una lesión menor.
Conforme el cáncer se extiende pueden ocurrir síntomas más generales como cansancio, pérdida de peso, sudores, etc. Si el cáncer se disemina a otras partes del cuerpo, los síntomas pueden variar.
¿Qué es el hueso?
El hueso es un tejido vivo. El tejido óseo duro está hecho de fibras de colágeno (fibras elásticas duras) y minerales (material arenoso duro). Hay dos tipos principales de células dentro del tejido óseo duro que son el molde del hueso:
- Los osteoclastos, que reabsorben (disuelven) las partículas de hueso.
Estas células están activas durante toda la vida, y trabajan de una manera equilibrada para moldear el hueso, reparar los daños y mantener la estructura ósea correcta.
Los condrocitos son células que forman el cartílago, el tejido que cubre los extremos de los huesos en las articulaciones. En el centro de algunos huesos más grandes está la médula ósea, que es donde se producen las células sanguíneas (células rojas de la sangre o eritrocitos, células blancas de la sangre o linfocitos, y plaquetas).
Tipos de cáncer de huesos primario
Hay diferentes tipos de cáncer de huesos primario, que se clasifican por el tipo de célula que se produce en el cáncer. La mayoría de los tipos de cáncer óseo primario terminan con la palabra "sarcoma". Un sarcoma es un cáncer que se origina en las células que producen y hacen los tejidos conectivos (de soporte) del cuerpo, como por ejemplo los huesos, músculos, cartílagos, ligamentos, etc
Osteosarcoma
Condrosarcoma
Es el segundo tipo de cáncer de huesos más común. Este tipo de cáncer surge a partir de las células formadoras de cartílago. También puede desarrollarse dentro del hueso, o en la superficie del hueso. La mayoría de los casos ocurren en personas entre las edades de 40 y 75 años. Afecta con más frecuencia a la pelvis, la escápula (omóplato), las costillas y los huesos de las partes superiores de los brazos y las piernas. Puede ser de crecimiento rápido y agresivo o de crecimiento lento. La mayoría de los condrosarcomas son de grado bajo o de grado intermedio.
- Condrosarcomas desdiferenciados. Estos tumores comienzan como condrosarcomas típicos, pero algunas células tumorales cambian para parecerse a las de un osteosarcoma o un fibrosarcoma. Por lo general ocurren en personas mayores y son más agresivos que los condrosarcomas habituales.
- Condrosarcomas de células claras. Son tumores raros que crecen lentamente. Rara vez se diseminan a otras partes del cuerpo, a menos que el cáncer ya haya reaparecido unas cuantas veces en el sitio original del tumor.
- Condrosarcomas mesenquimales. Estos tumores a menudo crecen rápidamente pero responden bien al tratamiento.
Sarcoma de Ewing
El sarcoma de Ewing es una forma agresiva de cáncer de hueso que es más común en niños de 4 a 15 años. Es más frecuente en los hombres que en las mujeres, y es muy raro en los niños afroamericanos. La ubicación más común para el sarcoma de Ewing es la parte media de los huesos largos de los brazos y las piernas, y las caderas.
Aunque el sarcoma de Ewing es un tipo agresivo de sarcoma óseo, responde bien al tratamiento con quimioterapia.
Sarcoma pleomórfico (histiocitoma fibroso maligno) del hueso
Otras neoplasias óseas primarias
Otros tipos más raros de tumor óseo primario son el fibrosarcoma, leiomiosarcoma, angiosarcoma y cordoma.
Causas del cáncer de huesos
Un tumor canceroso comienza a partir de una célula anormal. La razón por la que una célula se convierte en cancerosa no está clara. Se cree que algo daña o altera ciertos genes en la célula. Esto hace que las células anormales se multipliquen fuera de control. En la mayoría de los casos de cáncer de huesos primario no se sabe por qué las células se vuelvan cancerosas. Los tipos más comunes, el osteosarcoma y el sarcoma de Ewing, se producen principalmente en los jóvenes. La causa de esto puede tener algo que ver con los cambios en el hueso, ya que en esa etapa de la vida son mayores.
En algunos casos, hay factores de riesgo conocido. Por ejemplo, el riesgo de desarrollar un tumor óseo primario es mayor debido a estas causas:
- Enfermedad de Paget. Esta es una enfermedad de los huesos que se produce en algunas personas mayores.
- Un osteocondroma (condroma), que es un tumor óseo benigno (no canceroso) que en ocasiones se convierte en un condrosarcoma.
- Ciertos trastornos hereditarios poco frecuentes tales como: el síndrome de Li-Fraumeni, exostosis múltiples hereditarias, el retinoblastoma hereditario y la anemia de Diamond-Blackfan.
- Enfermedad de Ollier (encondromatosis): un trastorno raro del hueso.
No hay evidencias de que tener una lesión anterior en un hueso aumente su riesgo de desarrollar cáncer en el futuro.
Tratamiento del cáncer de huesos
Los principales tratamientos utilizados para el cáncer de hueso primario son la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. El tratamiento o combinación de tratamientos aconsejados en cada caso depende de diversos factores como el tipo de cáncer, el sitio exacto donde se localiza, cómo está de avanzado (cómo es de grande el tumor y si se ha propagado), y el estado de salud general.
La cirugía puede ser combinada con radioterapia y quimioterapia. La radioterapia no se usa por lo general para los osteosarcomas o condrosarcomas, ya que no son muy sensibles a la radiación.
Los sarcomas de Ewing que no responden bien a otros tratamientos a veces son tratados con dosis altas de quimioterapia seguida de un trasplante de células madre. En este procedimiento, se obtiene células madre del paciente (células sanguíneas que tienen el potencial de producir todos los diferentes tipos de células de la sangre). Después de la quimioterapia intensa, las células madre obtenidas se devuelven al cuerpo con una transfusión de sangre. Durante las siguientes 3 a 4 semanas, las células madre producen nuevas células sanguíneas de la médula ósea.
Pruebas a realizar ante un cáncer óseo
Si el médico sospecha de la existencia de un cáncer de hueso primario tendrá que realizar una o varias de las siguientes pruebas:
- Radiografía. Los cánceres óseos primarios suelen tener una apariencia característica en los rayos-X.
- Resonancia magnética. Es útil para mostrar el sitio exacto y el tamaño del tumor.
- Biopsia de médula. Se extrae una pequeña cantidad de tejido óseo y se examina bajo el microscopio para verificar si hay células anormales.
Si se confirma la existencia de cáncer óseo es probable que requiera otras pruebas como análisis de sangre, radiografías y tomografías.
Esperanza de vida del cáncer de hueso
El pronóstico para el cáncer de huesos depende del tipo de cáncer y el grado en que se ha propagado. La tasa de supervivencia global a 5 años para todos los cánceres óseos en adultos y niños es de aproximadamente un 70%. Los condrosarcomas de los adultos tienen una tasa de supervivencia global a 5 años de aproximadamente un 80%.
La tasa de supervivencia a 5 años para los osteosarcomas localizados es de entre un 60% y un 80%. Si se presentan con metástasis (lo que significa que el cáncer se ha diseminado más allá del hueso), la tasa de supervivencia es de entre un 15% y un 30%, pero hay factores que pueden afectar el pronóstico. Los osteosarcomas tienden a tener un pronóstico más favorable si se encuentran en un brazo o una pierna, responden bien a la quimioterapia, y son capaces de ser eliminados por completo con cirugía. Los pacientes más jóvenes y las mujeres también tienden a tener un pronóstico más favorable que los hombres o los pacientes de mayor edad.
Los sarcomas de Ewing tienen una tasa de supervivencia a 5 años de aproximadamente un 70% cuando se encuentran en una zona localizada. Si se han extendido a otros sitios (metástasis), la tasa de supervivencia es de un 15% a un 30%. Hay factores favorables como el tamaño más pequeño del tumor, una edad del paciente menor a 10 años, tener el tumor en un brazo o pierna (en contraste con un tumor en la pelvis o la pared torácica), y tener una buena respuesta a los medicamentos de quimioterapia.