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Síntomas de tumor cerebral (cáncer de cerebro)
Información sobre las primeras señales frecuentes de tumores cerebrales, primeros signos comunes del carcinoma y la neoplasia en niños (infantil) y adultos.
Los síntomas de tumor cerebral más comunes son los siguientes:
- Dolor de cabeza frecuente, que puede empeorar con la actividad o en la madrugada.
- Convulsiones. Convulsiones motoras, movimientos involuntarios repentinos de los músculos. Se pueden experimentar diferentes tipos de convulsiones, entre ellos las mioclónicas y las tónico-clónicas.
- Pérdida de oído (audición) y visión borrosa.
- Dificultad sensorial (táctil) y motora (control de movimientos).
- Pérdida del equilibrio.
- Cambios de comportamiento, personalidad y memoria.
- Dificultad para hablar.
- Trombosis venosa profunda.
- Confusión mental y alucinaciones.
- Fatiga.
- Depresión.
- Disfunción endocrina (cambios hormonales y glandulares).
- Pérdida de control de las funciones corporales. Ausencia de respiración durante un tiempo, que hace a la persona estar somnolienta y experimentar dolor de cabeza, confusión, debilidad, entumecimiento y dolor en los músculos.
- Náuseas o vómitos.
Los síntomas que pueden ser específicos de la ubicación del tumor cerebral son:
- Pérdida de equilibrio y dificultad con la motricidad fina (vinculados con un tumor en el cerebelo).
- Cambios en el juicio, incluyendo pérdida de iniciativa, lentitud y debilidad muscular o parálisis (asociados con un tumor en el lóbulo frontal del cerebro).
- Pérdida parcial o completa de la visión (causada por un tumor en el lóbulo occipital o lóbulo temporal del cerebro).
- Cambios en el habla, la audición, la memoria o el estado emocional, como la agresividad y problemas para comprender o recordar palabras (tumor en el lóbulo frontal y temporal del cerebro).
- Percepción alterada al contacto o la presión, debilidad en brazos o piernas en un lado del cuerpo, o confusión entre el lado izquierdo y derecho del cuerpo (vinculado a un tumor en el lóbulo frontal o parietal del cerebro).
- Incapacidad para mirar hacia arriba (causada por un tumor en la glándula pineal).
- Lactancia (secreción de leche materna), períodos menstruales alterados en las mujeres, y bultos en las manos y los pies en los adultos (asociado a un tumor hipofisario).
- Dificultad para tragar, debilidad o entumecimiento facial, o visión doble (síntoma de un tumor en el tronco del encéfalo).
- Cambios en la visión, incluyendo la pérdida de parte de la visión o visión doble (tumor en el lóbulo temporal, lóbulo occipital, o tronco cerebral).
Sin embargo, estos síntomas pueden deberse a otras enfermedades menos graves. A pesar de ello, ante su aparición es necesario acudir al médico.
Estos síntomas pueden estar asociados con el tipo, el tamaño y/o la ubicación del tumor, así como con los tratamientos que se utilizan para su control. La cirugía, radiación, quimioterapia y otros tratamientos tienen el potencial de generar nuevos síntomas a medida que trabajan para reducir el impacto del tumor.
Los dolores de cabeza frecuentes son uno de los primeros signos de tumor cerebral. Pueden comenzar siendo poco dolorosos, aumentando en intensidad a medida que pasa el tiempo. Si los dolores de cabeza son el único síntoma, lo más probable es que no se tenga un tumor en el cerebro. Cuando hay un tumor dentro del cerebro casi siempre acompañan otros síntomas. Pero aunque los dolores de cabeza no sean el resultado de un cáncer en el cerebro, es preciso acudir al médico para determinar qué es exactamente lo que los está causando.
Los cánceres cerebrales pueden causar visión borrosa y pérdida de la visión periférica. Se pueden ver moscas volantes y luces intermitentes que pueden perturbar el campo visual. Los problemas de audición por neoplasias en el cerebro pueden ser zumbido en los oídos o pérdida total de la audición en uno o ambos oídos. Si el tumor está ubicado muy cerca de los ojos o de los oídos, los síntomas en la vista y el oído pueden empeorar conforme vaya creciendo el carcinoma.
Además de los problemas de visión, otro síntoma típico del cáncer en el cerebro es la dificultad para mantener el equilibrio. Es posible chocarse contra las paredes o dejar caer los objetos que se tienen en las manos. Los movimientos coordinados que solían ser simples de repente pueden parecer complicados, sin razón aparente. Además, las personas también pueden comenzar a notar cambios en su forma de hablar, y dificultad para recordar y decir ciertas palabras. Los repentinos cambios de personalidad son también una de las señales comunes de carcinoma cerebral, pasándose de estar muy enojado a eufórico sin ninguna razón evidente.
Todos estos síntomas no siempre indican que se tiene un tumor cerebral. Sólo un médico puede hacer el diagnóstico de la presencia de un cáncer de cerebro.
¿Qué es un tumor cerebral?
Un tumor cerebral es un área de crecimiento celular anormal en el cerebro. Hay varios tipos de tumores cerebrales que se clasifican según la región en la que aparecen y su tamaño. Muchos de los cánceres cerebrales son malignos, lo que significa que requieren algún tipo de atención médica. Es importante buscar tratamiento para las irregularidades neurológicas en una etapa temprana, ya que las neoplasias cerebrales y otros trastornos neurológicos empeorarán si no se tratan.
Los tumores son causados por la división celular incontrolada. Algunos cánceres son causados por defectos genéticos, mientras que otros se desarrollan en respuesta a la exposición del medio ambiente, o como resultado de una mutación al azar adquirida durante la duplicación celular. En los lugares cercanos al cráneo esto puede convertirse en un grave problema.
El cerebro mismo puede desarrollar un tumor cerebral, al igual que los nervios craneales, y las glándulas del cráneo. Un tumor maligno presente en otras partes del cuerpo también puede extenderse al cerebro, provocando un tumor cerebral. Una vez que el tumor crece lo suficiente, comienzan a aparecer los síntomas.
Tipos de tumores cerebrales
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Gliomas
El glioma del tronco encefálico es uno de los tipos de tumores cerebrales que se producen en el tronco del cerebro. Estos tumores son más comunes en los niños, pueden afectar el movimiento en uno o ambos lados del cuerpo, y pueden causar problemas de visión doble y de coordinación. Su ubicación hace que la mayoría de los gliomas del tronco cerebral no sean tratados con cirugía.
Tumores cerebrales metastásicos
Los tipos más comunes de tumores cerebrales son los tumores metastásicos, que son cánceres que han invadido el cerebro desde otras partes del cuerpo. Este tipo de neoplasia cerebral es muy maligna y se trata por lo general de forma agresiva con quimioterapia, radioterapia, cirugía o una combinación de dos o más terapias. A menudo vuelven a aparecer después de la remisión y, normalmente, se originan como cáncer de piel, de pulmón o de mama.
Los tumores hipofisarios se producen en la glándula pituitaria, situada en la base del cráneo, o cerca de ella. Estos tipos de tumores pueden tener un efecto adverso sobre la función de la glándula pituitaria, que es en gran parte responsable del control del sistema glandular del cuerpo, que produce y regula hormonas vitales. Los tumores pituitarios son más propensos a ser benignos que muchos otros tipos de cáncer cerebral, pero su proximidad a la glándula pituitaria y al cerebro todavía los hace muy peligrosos. Normalmente son eliminados quirúrgicamente, y la recurrencia no es tan frecuente como en los tumores malignos.
Tumores PNET (tumor neuroectodermal primitivo)
Tumores cerebrales benignos
Un tumor es una masa compuesta de células que se dividen y multiplican en un patrón anormal. Puede crecer en cualquier órgano del cuerpo, incluyendo el cerebro. El término benigno se utiliza para los tumores que no son malignos y no tienen la capacidad de propagarse a otros sitios. Por lo tanto, un tumor benigno es una masa no maligna o un grupo de células que crece de forma anormal en cualquier área del cerebro. La mayoría de los tumores cerebrales benignos generalmente se desarrollan a un ritmo más lento que los tumores malignos.
Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar un tumor benigno en el cerebro, como por ejemplo tener una familia o un pariente diagnosticado con tumor cerebral o cáncer de cerebro, y la exposición a la radiación y a productos químicos tales como el cloruro de vinilo y el formaldehído. Las personas afectadas son por lo general mayores de 70 años, si bien los tumores benignos del cerebro también se observan con frecuencia en los niños.
El cráneo es el hueso que protege y cubre el cerebro. En presencia de un tumor benigno en el cerebro, o incluso de uno maligno, la presión dentro del cerebro aumenta. Los síntomas de tumores cerebrales benignos generalmente dependen del tamaño y de la ubicación del tumor. Los síntomas pueden incluir dolores de cabeza frecuentes, convulsiones, temblores en las manos, pérdida del equilibrio y cambios en el funcionamiento mental. A veces, el dolor de cabeza puede estar acompañado de confusión, adormecimiento, visión doble y vómitos.
Los tumores en el cerebro a menudo son diagnosticados por neurólogos, médicos que tratan a pacientes con trastornos relacionados con el sistema nervioso. Por lo general, emplean una serie de pruebas con el fin de confirmar la presencia de un tumor cerebral. Estos incluyen el uso de imágenes de resonancia magnética, tomografía computarizada, y biopsia guiada por tomografía. En la biopsia guiada por tomografía, la eliminación de los tejidos del cerebro para estudio de laboratorio se realiza con la ayuda de una tomografía computarizada.
El tratamiento de tumores cerebrales benignos generalmente depende de la edad del paciente, el tamaño del tumor, su ubicación, y el estado actual del paciente. Los neurocirujanos (los médicos que realizan operaciones quirúrgicas en el cerebro), por lo general hacen un craneotomía en estos pacientes cuando es necesario. La craneotomía es el procedimiento de la cirugía del cerebro que se hace para extirpar el tumor cerebral. La radioterapia también se administra con frecuencia, en los pacientes afectados, para reducir el tumor.
Esperanza de vida del tumor cerebral
Los pacientes diagnosticados con un tumor cerebral pueden tener muy diversas expectativas de vida. Un número de factores son importantes en la determinación del pronóstico. En primer lugar, el tipo de cáncer presente es muy importante, ya que los diferentes tipos de carcinomas malignos tienen diferentes grados de agresividad. El tamaño y la ubicación del tumor en el momento del diagnóstico también son importantes. Otro factor relevante en el pronóstico del tumor cerebral es si el tumor primario tiene metástasis, o propagación, a las regiones del cuerpo alejadas del cerebro.
Un factor importante que afecta el pronóstico del tumor cerebral es el tipo de carcinoma presente. Muchas células diferentes situadas dentro del cerebro pueden convertirse en tumores cancerosos y los tumores resultantes tienen una capacidad para aumentar de tamaño y propagarse a otras áreas del cuerpo. Por ejemplo, un tipo de tumor cerebral llamado glioblastoma multiforme es muy agresivo, y los pacientes con diagnóstico de este tumor por lo general sobreviven menos de un año. En contraste, un meningioma, que es un tumor derivado de las membranas que recubren el cerebro, crece mucho más lentamente y es menos probable que la metástasis llegue a otras áreas del cuerpo. Los pacientes que reciben este diagnóstico de cáncer tienen una esperanza de vida más larga.
Otro aspecto importante del pronóstico del carcinoma cerebral es el tamaño del tumor cerebral en el momento del diagnóstico. En general, los tumores que son más grandes tienen un peor pronóstico que los tumores que son más pequeños. Esto se debe a que estos carcinomas más grandes han tenido más tiempo para crecer, extenderse y enredarse en las estructuras importantes del cerebro. Los tumores grandes localizados en el cerebro pueden ser especialmente peligrosos porque hay un espacio limitado disponible en el cráneo. El crecimiento excesivo del tumor podría causar una hernia del cerebro fuera del cráneo, un proceso que podría resultar en la pérdida de la conciencia y el cese de la respiración.
Al contrario que otros muchos tipos de tumores que afectan a diferentes órganos en el cuerpo, la ubicación del tumor cerebral puede afectar en gran medida al pronóstico del paciente. Esto es debido al hecho de que las distintas regiones del cerebro están altamente especializadas en sus capacidades para controlar aspectos del funcionamiento del cuerpo. Un cáncer en el cerebro que afecta al tallo cerebral puede ser mortal ya que esta región del cerebro controla los procesos vitales como la respiración, los latidos del corazón y la circulación de la sangre. Sin embargo, un tumor que se encuentra en el lóbulo frontal del cerebro puede causar sólo cambios de personalidad, y podría no ser inmediatamente peligroso para la vida.
Si el tumor tiene metástasis también afecta al pronóstico del tumor cerebral. Las células cancerosas pueden propagarse desde el cerebro a otras regiones del cuerpo a través del sistema linfático o de la sangre. Aunque las neoplasias cerebrales no metastatizan tan frecuentemente como algunos otros tumores en el cuerpo, el pronóstico del paciente es bastante malo. Es de destacar que otros tumores como el cáncer de pulmón, el cáncer de mama o el cáncer de colon a menudo se extienden al cerebro. En general, tener metástasis cerebrales es un signo de mal pronóstico para los pacientes con estos otros tipos de cáncer.
Tumores cerebrales no operables
Un tumor cerebral inoperable es un tumor en el cerebro que no se puede eliminar de forma segura por cirugía debido a la ubicación, el tamaño y otras inquietudes. Hay tratamientos alternativos disponibles para este tipo de tumores, y no necesariamente tienen que ser una sentencia de muerte. Algunos crecen muy lentamente, por ejemplo, y un paciente puede ser capaz de controlar el crecimiento de un tumor cerebral inoperable con medicamentos y con radioterapia, para vivir una vida normal.
La determinación de si un tumor se puede tratar con cirugía depende de diversos factores. Cada cirujano tiene un enfoque diferente para la evaluación y el tratamiento. Un tumor que un cirujano considera inoperable puede ser tratable con cirugía por otro. Los pacientes podrían considerar consultar con varios cirujanos para obtener consejos equilibrados sobre sus opciones de tratamiento, y para tomar una decisión con la mayor cantidad de información posible en la mano.
Una de las razones por las que un cáncer puede ser inoperable es porque está en una ubicación muy complicada. Los cirujanos cerebrales no pueden acceder a todos los rincones del cerebro, o pueden estar preocupados de que si bien es posible llegar al tumor, también pueden causar importantes daños colaterales. Los riesgos para la calidad de vida del paciente pueden ser demasiado grandes cuando se equilibra con los beneficios de la cirugía.
Otra preocupación puede ser la vascularización del tumor. Algunos tumores crecen en bolsas y son muy fáciles de quitar. El cirujano puede encontrar los márgenes y extirpar el tumor intacto durante la cirugía para aumentar la probabilidad de un resultado positivo. Un tumor inoperable en el cerebro puede estar desparramado, contener tejido que se parece mucho al tejido cerebral normal, o enredarse con los vasos sanguíneos en el cerebro. A veces esto presenta un desafío quirúrgico demasiado peligroso.
Un tumor cerebral también puede ser demasiado grande para que el cirujano lo elimine de forma segura. El tumor puede estar alrededor de las estructuras críticas del cerebro o ser demasiado difícil de diferenciar del tejido sano debido al tamaño y el nivel de crecimiento. El cirujano podría recomendar la extirpación parcial del mismo, pero esto también podría exponer al paciente al riesgo de metástasis ante la ruptura del tumor y la posible extensión alrededor del cráneo.
Otras preocupaciones a la hora de decidir si operar o no se deben a la salud general del paciente. El tumor en sí puede ser operable, pero el cirujano podría preocuparse de que el paciente no sobreviva a la cirugía o a tratamientos para el cáncer agotadores. En este caso, someter al paciente a cirugía no sería ético, por lo que el cirujano puede recomendar cuidados paliativos y tratamientos más conservadores.
Causas del tumor cerebral
No se sabe con certeza qué causa los cánceres cerebrales, y sólo hay unos pocos factores de riesgo conocidos.
Los niños que reciben radiación en la cabeza tienen un mayor riesgo de desarrollar un tumor cerebral en la edad adulta, así como las personas que tienen ciertas enfermedades genéticas raras, como la neurofibromatosis o el síndrome de Li-Fraumeni. Pero esos casos representan una fracción de los aproximadamente 35.000 nuevos tumores cerebrales primarios diagnosticados cada año. La edad también es un factor de riesgo. Las personas mayores de 65 años son diagnosticadas con neoplasia de cerebro a una velocidad cuatro veces mayor que las personas más jóvenes.
Dolor en el tumor cerebral
Controlar el dolor que produce un tumor cerebral puede resultar muy difícil. Esto es especialmente cierto a medida que el tumor crece y presiona el tejido cerebral.
Una forma de manejar el dolor del tumor cerebral es con analgésicos. Si se trata de un tumor cerebral en fase inicial y el dolor es menos intenso, se puede encontrar alivio con analgésicos de venta libre, como los que normalmente se utilizan para el dolor de cabeza. Por ejemplo, el ibuprofeno o el acetaminofeno pueden resultar útiles en tal caso.
El dolor más grave, sin embargo, puede requerir tratamiento con medicamentos de prescripción. Por ejemplo, el médico puede prescribir un medicamento narcótico para tratar el dolor moderado o intenso causado por un tumor cerebral. Algunos de los medicamentos para tratar el dolor del cáncer cerebral son la codeína, la morfina y la oxicodona. Desafortunadamente, algunos de estos medicamentos causan efectos secundarios y pueden ser adictivos. Si el dolor es muy fuerte, sin embargo, los beneficios de tomar estos analgésicos podrían ser mayores que los riesgos asociados.
El tratamiento de un tumor en el cerebro también puede funcionar para aliviar el dolor que causa. Por ejemplo, si se somete a quimioterapia o radioterapia para reducir el tamaño del tumor, puede hacer que mejore el dolor. El encogimiento del tumor también puede resultar en menos dolor. Cuando sea posible, el tratamiento quirúrgico para extirpar el carcinoma normalmente también resulta en un alivio. Tales tratamientos ayudan a reducir o eliminar la presión del tumor en el tejido cerebral. Como consecuencia de esta disminución de la presión, es probable un alivio del dolor asociado.
También puede considerar un programa de manejo del dolor. Estos programas suelen tener un enfoque combinado para ayudar a vivir con el dolor. A menudo, estos programas combinan técnicas de fisioterapia con medicamentos de prescripción.
Las técnicas de auto-ayuda, como la meditación y la terapia de relajación, también pueden ayudarle a lidiar con el dolor causado por un cáncer de cerebro. Su eficacia, sin embargo, puede depender de la gravedad del malestar que está experimentando. En algunos casos, tales técnicas pueden ser útiles por sí solas, pero para el dolor intenso pueden resultar más eficaces cuando se usan en conjunción con los medicamentos y los tratamientos tradicionales.