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Síntomas de cáncer de vagina (vaginal)

Primeros signos típicos de tumor vaginal, información sobre las señales que tiene el carcinoma y la neoplasia.

El cáncer vaginal a menudo no causa síntomas iniciales y se suele encontrar durante la visita al ginecólogo para un examen pélvico de rutina y un examen de Papanicolaou. Entre los síntomas más habituales están: sangrado inhabitual (como después de la menopausia) o irregularidad en los períodos menstruales, dolor durante las relaciones sexuales, dolor en el área pélvica, flujo vaginal con sangre o con mal olor, un bulto en la vagina, dolor al orinar, picor vaginal que no desaparece y estreñimiento.

Es posible no tener estos síntomas si se tiene cáncer en una etapa muy temprana en el revestimiento de la vagina (neoplasia intraepitelial vaginal). Un 20% de mujeres con diagnóstico de cáncer de vagina no tienen síntomas en absoluto. Muchos de estos síntomas en la vagina también pueden ser causados por otras afecciones, tales como infecciones.

Las mujeres a las que se les extirpa el útero (histerectomía) pueden padecer de cáncer de vagina, pero esto es muy poco común. Como ya no tienen cuello uterino, a veces se deja de hacer el examen cervical, pero es posible pedir al médico que tome muestras de células de la parte superior de la vagina. El área en la parte superior de la vagina se llama bóveda vaginal. El laboratorio de patología puede examinar las células de la misma manera que lo haría con una prueba de cribado cervical.

Algunos médicos recomiendan que la mujer mire la entrada de su vagina regularmente para detectar cualquier cambio en la piel. Esto puede ayudar a las mujeres a detectar el cáncer en una etapa avanzada. Mediante el uso de un espejo se pueden buscar áreas extrañas en la vagina, enrojecidas, irritadas, blancas o de color oscuro, así como ver cualquier tipo de tumores, nódulos, bultos o llagas (úlceras).

Tipos de cáncer vaginal


Cáncer de vagina
Hay diversos tipos de cáncer vaginal, ya que la vagina está hecha de diferentes tejidos. El tipo de cáncer depende del tipo específico de células a partir de las que el cáncer se desarrolla. Para saber de qué tipo son, el médico toma una muestra de tejido canceroso (biopsia de la vagina) y se envía al laboratorio. Si las células son planas, como las células de la piel, se trata de un cáncer de células escamosas. Si se parecen a las células glandulares, es un adenocarcinoma. El carcinoma de células escamosas y el adenocarcinoma de vagina son los tipos más comunes. Otros tipos de cáncer vaginal son muy raros.

Cáncer vaginal de células escamosas

cancer vaginal de celulas escamosas
Cáncer vaginal de células escamosas
El carcinoma vaginal de células escamosas es, de lejos, el tipo más común de cáncer vaginal. Más del 80% de los cánceres vaginales son de este tipo. Los cánceres de células escamosas son más probables en el tercio superior de la vagina, más cercanos al cuello uterino. Las células escamosas son planas, como la piel, y cubren la superficie de la vagina. Este tipo de cáncer suele crecer lentamente durante muchos años. Los tumores se ven como pequeños bultos en la vagina (nódulos) o llagas (úlceras).

Antes de desarrollarse el cáncer de células escamosas puede haber cambios precancerosos en las células que se pueden seguir desarrollando durante varios años. Los primeros cambios precancerosos en las células se llaman neoplasia intraepitelial vaginal.

El carcinoma verrugoso es un tipo raro de cáncer vaginal celular escamoso. Se ve como una verruga grande en la vagina y es un tumor de crecimiento lento, que rara vez se extiende a otras partes del cuerpo. Por lo general es curable con cirugía.

Adenocarcinoma vaginal

adenocarcinoma de vagina
Adenocarcinoma de vagina
El adenocarcinoma vaginal es mucho más raro que el cáncer vaginal de células escamosas. Alrededor de 1 de cada 10 cánceres vaginales (un 10%) son de este tipo. Adenocarcinoma significa que el cáncer se inició en las células de las glándulas (células adenomatosas) del revestimiento de la vagina. Las células de las glándulas producen moco.

Este tipo de cáncer vaginal es más difícil de diagnosticar que el cáncer de células escamosas porque es más probable que se oculte en el interior del canal vaginal. A veces es difícil para los médicos decir que este tipo de cáncer se originó en la vagina o comenzó en un órgano cercano y luego se extendió a la vagina. Este tipo de cáncer vaginal puede ocurrir en mujeres jóvenes.

Hay 4 tipos de adenocarcinoma de la vagina:

- Adenocarcinoma de células claras. Es un tipo raro de adenocarcinoma de la vagina que sólo ocurre en mujeres jóvenes cuyas madres tomaron un medicamento llamado dietilestilbestrol cuando estaban embarazadas. Estos cánceres generalmente se parecen a los pólipos.

- Adenocarcinoma papilar. Los cánceres de vagina papilares pueden crecer a través de los tejidos conectivos que rodean la vagina y lo sujetan en su lugar. Es menos probable de que se disemine a los ganglios linfáticos que otros tipos de cáncer vaginal.

- Adenocarcinoma mucinoso. Deben su nombre al moco que se puede ver alrededor de las células cancerosas cuando se las mira bajo un microscopio.

- Carcinoma adenoescamoso. Se componen de una combinación de células escamosas y células glandulares. Este tipo de cáncer se llama también tumor epitelial mixto. Son muy raros, pero los tumores crecen rápidamente. Sólo entre el 1% y el 2% de las mujeres con cáncer de vagina tienen un cáncer adenoescamoso.

Sarcoma vaginal

sarcoma vaginal
Sarcoma vaginal
Los sarcomas son cánceres que se originan en el tejido conectivo (los tejidos que forman la estructura del cuerpo, como los huesos, los músculos, la grasa y el cartílago). Los sarcomas de la vagina son extremadamente raros y representan sólo alrededor de 3 de cada 100 cánceres vaginales (3%). Estos cánceres tienden a crecer muy rápidamente. Hay diferentes tipos de sarcoma que pueden comenzar en la vagina, incluyendo el leiomiosarcoma y el rabdomiosarcoma. Ambos son tumores musculares. Alrededor de dos tercios de los sarcomas vaginales son leiomiosarcomas. Es posible tener otros tipos de sarcoma, tales como el sarcoma de Müller, pero estos son extremadamente raros.

sarcoma botrioide
Sarcoma botrioide
El rabdomiosarcoma embrionario (también llamado sarcoma botrioides) es un tipo muy raro de sarcoma vaginal. Sólo se desarrolla en niñas hasta la edad de 6 años. Por lo general, se reconoce por nódulos suaves que llenan la vagina y en ocasiones se muestran fuera de la vagina, pareciéndose a racimos de uvas. Se trata de un cáncer de muy rápido crecimiento y difícil de tratar, pero los resultados para las niñas con este tipo de cáncer es cada vez mejor debido a una combinación de tratamiento intensivo con cirugía, quimioterapia y radioterapia.

Melanoma vaginal

Sólo alrededor del 3% de los cánceres vaginales son melanomas (melanoma vaginal). Los melanomas vaginales se desarrollan a partir de las células de la piel que producen el pigmento que da color a la piel. El melanoma es más propenso a desarrollarse en el tercio inferior de la vagina y en mujeres a partir de los 50 años, aunque se han registrado casos en mujeres tan jóvenes como de 22 y tan mayores como de 83.

Cáncer vaginal de células pequeñas

El cáncer de células pequeñas también se denomina carcinoma de células de avena. Se llama así debido a que las células cancerosas tienen forma de copos de avena. Son muy raros, ya que solo se conocen menos de 20 casos de este tipo de cáncer vaginal.

Diagnóstico y pruebas para detectar el cáncer de vagina



Si tiene alguno de los síntomas iniciales típicos del cáncer de vagina, el médico revisará su historial clínico y realizará diversas pruebas.

Examen pélvico

partes de la vagina
Partes de la vagina
Su especialista querrá examinar el abdomen y la pelvis, y luego hacer un examen interno. Esto probablemente implicará el uso de un espéculo y un colposcopio para ver el interior de la vulva y la vagina. El examen se realiza en la consulta externa, acostada boca arriba en el sofá en la misma posición que para una prueba de cribado cervical. Si no es posible adoptar esa posición por cualquier causa, el médico puede hacer el examen mientras la mujer se acuesta de lado con las rodillas levantadas.

colposcopia
Colposcopia
El médico o la enfermera especialista usará suavemente un espéculo para abrir la vagina y ver a través del colposcopio el interior de la vagina y el cuello uterino. El colposcopio permanece fuera de la vagina pero magnifica las células para permitir que el médico detecte cualquier anomalía que pueda ser demasiado pequeña para observarla a simple vista. Tal vez le resulte incómodo estar en una misma posición durante un largo período de tiempo, pero la colposcopia en sí no suele ser dolorosa. Estos procedimientos pueden hacer que se sienta avergonzada, por lo que la mayoría de los médicos piden a una enfermera que los realice o esté presente. Esto puede ayudar a que se sienta más cómoda.

Biopsia vaginal

La biopsia de vagina es la eliminación de una pequeña muestra de tejido de la zona afectada de la vagina. Un patólogo examinará el tejido bajo el microscopio para ver si tiene cambios precancerosos o cáncer vaginal. Si tiene cáncer de vagina, se podrá determinar de qué tipo es mirando las células bajo el microscopio. Su médico también puede sugerir biopsias del cuello del útero (cérvix) o de la vulva, para descartar este tipo de cánceres que pueden extenderse a la vagina.

Hay dos tipos de biopsia vaginal:

- Biopsia de escisión. Es una operación menor que se suele hacer en una clínica ambulatoria usando anestesia local. Pero a veces es posible que necesite un anestésico general, y puede que tenga que permanecer en el hospital durante la noche.

- Biopsia por punción. Se puede realizar en forma ambulatoria. El médico toma una biopsia por punción con un instrumento que parece un diminuto descorazonador de manzanas. Quitará un pedazo pequeño de la mucosa vaginal y no necesitará puntos de sutura después.

Mientras esté bajo la anestesia, es probable que el médico también le realice un examen rectal y una cistoscopia, así como un examen de la vagina y el útero.

Tacto rectal

Para comprobar el interior de su ano (recto) el médico utiliza un instrumento llamado proctoscopio que muestra la pared del recto con mucha claridad. Si el médico observa cualquier área anormal durante este examen, tomará una pequeña muestra del área anormal y un patólogo la examinará bajo un microscopio. Puede realizarse sin anestesia, pero con frecuencia el examen rectal y la biopsia se realizan bajo anestesia.

Cistoscopia

cistoscopia
Cistoscopia
La cistoscopia es un examen de la parte interior de la vejiga. Esta prueba se hace para ver si el cáncer se ha diseminado a través de la pared vaginal hacia la vejiga. Puede realizarse sin anestesia, pero para el cáncer vaginal se realiza generalmente bajo anestesia mientras se hace el examen pélvico completo.

Resonancia magnética

Mediante una resonancia magnética del abdomen y la pelvis se puede comprobar que no existen indicios de que el cáncer se haya diseminado a los ganglios linfáticos o a otros lugares. Esta prueba utiliza ondas de radio e imanes potentes para dar una imagen detallada del interior de su cuerpo.

Radiografía

Las radiografías utilizan dosis bajas de radiación para tomar imágenes de las diferentes partes del cuerpo. Con una radiografía de tórax se puede verificar si el cáncer se ha propagado a los pulmones, aunque esto no es común.

Tomografía TAC y PET

Una tomografía computarizada (TAC) toma imágenes detalladas de cortes transversales de su cuerpo con rayos X. Es posible que le hagan una tomografía del pecho en lugar de una radiografía de tórax.

También es posible que le realicen una tomografía por emisión de positrones (PET). Es un tipo de escáner que puede mostrar cómo están funcionando los tejidos del cuerpo. Se le inyectará un líquido de glucosa ligeramente radiactivo antes del examen, con el que se puede mostrar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo.

A veces se realiza una prueba combinada de TAC y PET. Al inyectarle un fármaco ligeramente radiactivo se podrán ver las áreas de su cuerpo donde las células son más activas de lo normal. El escáner combina ambos de estos tipos de información. Esto permite ver cualquier cambio en la actividad de las células y saber exactamente dónde están sucediendo los cambios. Así se verifica si hay células cancerosas en los ganglios linfáticos cerca de la vagina o en otra parte del cuerpo.

Causas del cáncer de vagina y factores de riesgo


No se conocen las causas exactas del cáncer vaginal. Es un cáncer poco común, que suele comenzar en otro lugar en el cuerpo, ya que el cáncer de cuello uterino, el cáncer de útero o el cáncer de intestino pueden extenderse a la vagina. El cáncer que comienza en la propia vagina se denomina cáncer vaginal primario, mientras que el cáncer que se ha diseminado desde otro lugar del cuerpo se llama cáncer secundario.

neoplasia intraepitelial vaginal
Dado que el cáncer vaginal es un tipo raro de cáncer, es muy difícil llevar a cabo una investigación con el suficiente número de mujeres para dar un resultado fiable. Sin embargo, se han logrado identificar varios factores de riesgo para el cáncer de vagina:

- Edad. Conforme las mujeres envejecen, su riesgo de cáncer vaginal aumenta. Pero debido a que el carcinoma de vagina es muy poco frecuente, el riesgo sigue siendo muy pequeño. El cáncer de vagina es más común en mujeres mayores. Más de 7 de cada 10 casos (un 70%) se producen en mujeres de más de 60 años. Es muy raro en mujeres menores de 40 años.

- Cambios en las células que recubren la vagina. Un trastorno llamado neoplasia intraepitelial vaginal aumenta el riesgo de contraer cáncer de vagina. En este trastorno se producen cambios en las células del revestimiento interior de la vagina. Estos cambios no son suficientes para transformar las células en cancerosas, pero podrían transformarse si no se trata.

virus del papiloma humano
Virus del papiloma humano
- Infección por el virus del papiloma humano. El virus del papiloma humano (VPH) es una infección común y se transmite de una persona a otra por contacto sexual. Alrededor del 80% de las personas están infectadas con el virus del papiloma humano en algún momento durante su vida. En la mayoría de personas el virus no causa ningún daño y desaparece sin necesidad de tratamiento. Pero cuando la infección no se cura pueden surgir problemas. Sin embargo, la mayoría de las mujeres infectadas con el VPH no llegan a desarrollar cáncer vaginal. El VPH está presente en dos tercios de las mujeres que tienen cáncer vaginal (un 66%) y más de 9 de cada 10 mujeres que tienen cambios precancerosos en la vagina. Hay muchos tipos diferentes de virus del papiloma humano. Los tipos de VPH 6 y 11 pueden infectar los órganos genitales masculinos y femeninos, así como el área anal, causando verrugas genitales visibles. Las mujeres con este tipo de virus tienen un mayor riesgo de desarrollar cambios precancerosos en las células, y algunas pueden desarrollar cáncer vaginal. Las mujeres con los tipos de VPH 16, 18 y 31, así como algunos otros, tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer genital y anal. Pero el tipo de VPH más fuertemente asociado con el cáncer vaginal es el VPH 16. Este tipo de VPH puede causar cambios en las células que cubren la vagina. Los cambios hacen que las células sean más propensas a convertirse en cancerosas con el tiempo, aunque esto puede llevar años. La mayoría de las mujeres infectadas con este virus no desarrollan cáncer en la vagina, ya que son necesarios otros factores. Aunque no están diseñadas para ello, someterse regularmente a pruebas de detección cervical puede ayudar a detectar el cáncer vaginal en sus primeras etapas o en su etapa precancerosa.

- Cáncer del cuello del útero. Las mujeres con cáncer cervical o cambios precancerosos en las células del cuello del útero tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer vaginal. Los cambios precancerosos en las células cervicales también se denominan displasia cervical o NIC (que es una abreviatura de neoplasia intraepitelial cervical).

- Tratamiento del cáncer de mama. Las mujeres que han tenido cáncer de mama tienen un riesgo de padecer cáncer en la vagina tres veces mayor que las mujeres de la población general. En las mujeres que han sido sometidas a radioterapia para el cáncer de mama, el riesgo es mayor en comparación con las mujeres que no se sometieron a radioterapia.

- Fumar. Puede haber una relación entre el cáncer de vagina y el tabaquismo. Pero sólo ha habido un pequeño número de estudios que investigaban esto y la mayoría de los estudios no muestran aumento en el riesgo entre las fumadoras. Un estudio reciente en mujeres con infección por virus de papiloma humano mostró que las mujeres que fumaban eran más propensas a desarrollar cambios precancerosos en la vagina.

- Lupus eritematoso sistémico. El lupus es una enfermedad a largo plazo (crónica) que afecta al sistema inmune. En las personas con lupus el sistema inmunológico comienza a atacar a las células saludables, así como a los tejidos y órganos. Las mujeres con lupus eritematoso sistémico tienen un mayor riesgo de cáncer vaginal. Esto puede ser debido a que están más en riesgo de infectarse con el VPH, ya que su sistema inmunitario no funciona correctamente. También puede deberse a la medicación inmunosupresora (medicamentos para amortiguar la bajada de defensas del cuerpo).

- Infección por VIH. Las mujeres con el virus del SIDA pueden tener un mayor riesgo de cáncer de vagina, así como otros tipos de cáncer en el área genital o anal. Esto puede ser debido a que la inmunidad baja y el cuerpo es menos capaz de superar la infección por virus de papiloma humano. La mayoría de las mujeres que tienen cáncer de vagina no tienen el VIH o el SIDA.

- Trasplante de órganos. Las mujeres que han tenido trasplantes de órganos (como los trasplantes de riñón o de corazón) tienen un riesgo de cáncer de vagina 20 veces más alto que las demás mujeres.

- Un medicamento llamado dietilestilbestrol (DES). El dietilestilbestrol es un medicamento que los médicos daban a veces a las mujeres embarazadas en el pasado para evitar los abortos involuntarios. Sólo se utilizó entre 1945 y 1970, y los investigadores todavía están reuniendo información sobre sus efectos. Las hijas de mujeres que tomaron este medicamento durante el embarazo (especialmente durante el primer trimestre) están en mayor riesgo de contraer un tipo de cáncer vaginal llamado adenocarcinoma de células claras. Parece que las hijas de mujeres que tomaron dietilestilbestrol tienen más probabilidades de desarrollar cáncer vaginal en la adolescencia y los veintitantos años, pero también se han reportado casos en mujeres de 40 años. El adenocarcinoma de células claras es un tipo muy raro de cáncer y sólo 2 de cada 1000 mujeres con una madre que tomó dietilestilbestrol llegan a desarrollar cáncer vaginal o de cuello uterino. Este medicamento no ha sido utilizado durante más de 35 años, por lo que es cada vez menos importante como factor de riesgo.

Tratamiento del cáncer de vagina


histerectomia
Histerectomía
El tratamiento del cáncer vaginal depende de la condición clínica del paciente y de la etapa en la que esté el carcinoma. Existe evidencia de que la mayoría de las mujeres diagnósticadas de cáncer vaginal han sufrido antes una histerectomía. La mayor parte de este grupo desarrolla cánceres de vagina en el tercio superior de la vagina.

Cuando el carcinoma de vagina está en etapa temprana, el tratamiento estándar es muy eficaz. Si está en etapas intermedias se utiliza solo radioterapia, mientras que cuando el cáncer está en fase avanzada la terapia actual es inadecuada y no existe un tratamiento estándar establecido (por lo que estas pacientes deben ser consideradas para ensayos clínicos).

crema imiquimod
Crema imiquimod
La crema imiquimod al 5% puede ser útil en el tratamiento de la neoplasia intraepitelial vaginal. El tratamiento con esta crema produce una buena respuesta en un gran número de pacientes, y aquellas que solo responden parcialmente requieren una cirugía menos radical. Los efectos secundarios informados fueron quemazón y dolor local, pero las pacientes no interrumpieron el tratamiento.

Cirugía del cáncer de vagina

El láser de dióxido de carbono es una herramienta segura y eficaz en la enfermedad premaligna.

La función sexual no se ve comprometida. Las pacientes con cáncer vaginal en etapa I y algunas en etapa II pueden someterse a una histerectomía radical con extirpación de la vagina superior. La cirugía conservadora en mujeres de menos de 40 años permite preservar la función sexual y reproductiva. Se extirpa el tumor y los ganglios linfáticos pélvicos, y se realiza una radioterapia posteriormente.

Pronóstico y esperanza de vida del cáncer de vagina


El pronóstico del cáncer vaginal depende principalmente de la etapa en la que esté el cáncer, pero la supervivencia se reduce en pacientes que:

- Son mayores 60 años de edad.
- Tienen síntomas en el momento del diagnóstico.
- Tienen lesiones en el centro y tercio inferior de la vagina.
- Tienen adenocarcinoma en lugar de carcinoma de células escamosas.
- Tienen tumores mal diferenciados.

La extensión de la pared vaginal tiene una importante relación con la supervivencia y la etapa de la enfermedad en pacientes con carcinoma de células escamosas.